Tecnología única de procesamiento y desinfección de aguas residuales domésticas, pluviales, industriales, agrícolas y lodos de depuradora (estiércoles)
El uso de esta tecnología ha demostrado su eficiencia singular, alta productividad, bajo consumo de materiales y energía, facilidad de operación, la capacidad de crear sistemas cerrados respetuosos con el medio ambiente, ocupación de un área de trabajo pequeña, baja inversión de capital. La solución tecnológica y técnica propuesta es el último desarrollo que no tiene análogos en esta área.
La unidad neutralizadora que forma parte del complejo de procesamiento, es un dispositivo que utiliza la energía de un campo electromagnético giratorio de alta concentración específica por unidad de volumen de la sustancia procesada.
La combinación de tecnologías microbiológicas y técnicas ha aumentado exponencialmente la eficiencia y la calidad del producto fabricado.
Las aguas residuales a tratar (que pueden ser orgánicas, incluidas las aguas residuales que contienen estiércol) ingresan a través de una tubería de gravedad o presión al tanque inicial (receptor). En el tanque receptor, se homogeneizan obteniendo una suspensión relativamente homogénea.
La suspensión obtenida homogeneizando el contenido del agua residual, se suministra al inductor. Los reactivos se suministran al mismo tiempo. En el caso del tratamiento de efluentes que contienen estiércol, se utiliza como reactivo la solución de cal apagada (Ca(OH)2). El porcentaje de reactivo depende del % de contenido orgánico en el efluente. Cuando se procesan otros efluentes, se pueden utilizar otros reactivos.
Con la cal que interviene en el proceso, se coagulan las sustancias orgánicas y minerales que se evacúan, en forma de lodos, de las aguas residuales tratadas. La emulsión obtenida a la salida del inductor tiene las propiedades de una segregación muy rápida (20 a 30 minutos), acelerada aún más por un diseño especial de los tanques receptores.
El lodo resultante a la salida del proceso tecnológico es condicionalmente estéril siendo un activador de crecimiento altamente eficaz. Para evitar que se creen condiciones para el rápido desarrollo de un ambiente patógeno, se introducen inmediatamente en el lodo resultante colonias de microorganismos amigables formadores del suelo, los cuales, una vez en un medio nutritivo que no contiene organismos competidores, se multiplican explosivamente, creando colonias poderosas que previenen el desarrollo de la flora patógena.
El sustrato resultante, siendo ya un fertilizante orgánico activo, en esta etapa del proceso tecnológico contiene un 93-95% de humedad y se puede utilizar como fertilizante orgánico líquido para el riego de cultivos, incluidos aquellos que se cultivan en invernaderos hidropónicos. Los residuos vegetales agrícolas tratados con el sustrato obtenido, se procesan,dentro de 3 a 4 días,en fertilizantes orgánicos de alta calidad que ya contienen del 65 al 75% de humedad.
El agua obtenida después de la segregación de la emulsión, cumple los requisitos de la CMP (concentración máxima permitida) para piscicultura y puede volver a utilizarse con fines técnicos.
Suprimen la microflora putrefacta
Descomponen más rápido los residuos vegetales sólidos hasta formar humus
Los costos y el uso de fertilizantes convencionales se reducen en un 10%en el primer año, y en un 30-50% en los años subsiguientes
La tecnología de procesamiento de aguas residuales municipales que contienen también efluentes industriales, así como sus lodos, es un poco más complicada, ya que se suma el proceso de remoción de metales pesados, pero lo tenemos solucionado. Producto del procesamiento de dichas fracciones, además de fertilizantes orgánicos y agua limpia que cumple con los requisitos de la CMP, se obtienen sales de metales, las cuales ya son seguras y aptas para la recuperación en plantas de enriquecimiento por sus propiedades.
La combinación de los efectos descritos anteriormente sobre el entorno tratado permite no solo reducir exponencialmente el tiempo de tratamiento de las aguas residuales, sino que también proporciona una alta eficiencia energética del proceso. Para tratar un metro cúbico de aguas residuales, teniendo en cuenta la energía consumida por los equipos de soporte dentro del complejo, no se consumen más de 1,3 – 1,5 kW. Una determinada disposición de los equipos puede lograr un consumo de energía de 0,8 -0,9 kW/m3